Durante la última semana y media, los
compañeros y compañeras del módulo "Contexto y Metodología de la
Intervención Social" hemos discutido, a veces desde posiciones
divergentes, en torno al concepto y la materialidad histórica del Estado de
bienestar: sus orígenes, configuración y contradicciones; desde todas las
perspectivas. Sin embargo, el libro empleado para facilitar el aprendizaje
desliza, obviamente por cuestiones de formato, un cierto matiz evolucionista,
voluntarista; obviando, en mi opinión, procesos que lo son de honda raigambre
social, cultural, e incluso religiosa. No existe, en este sentido, un único
modelo de Estado de bienestar sobre el cual vinieran a proyectarse diferentes
perspectivas, ni univocidad alguna en su etiología. De hecho, desde las
Ciencias Sociales se habla, más precisamente, de modelos, en plural, de
bienestar y de tipos, al menos cuatro, de Estados de bienestar. ¿Cuáles son
estos modelos? ¿Cómo establecer su tipología? Digamos, muy someramente:
MODELO LIBERAL ANGLOSAJÓN (EEUU e
Inglaterra)
En este modelo el Estado y las
prestaciones y los servicios sociales tienen un papel subsidiario o residual en
la satisfacción de las necesidades. Se asume que los individuos comprarán en el
mercado u obtendrán de las familias la mayor parte de los servicios de
bienestar, por lo cual las prestaciones sociales se concentran en las personas
con más necesidades económicas.
MODELO UNIVERSAL NÓRDICO (Suecia, Noruega,
Finlandia y Dinamarca)
Se caracteriza por la provisión universal
de servicios sociales, asistenciales y personales, y por unas prestaciones
económicas generosas financiadas por medio de la carga impositiva,
comparativamente superior a la del esto de países y modelos. El Estado
adquiere, en este caso, un fuerte compromiso con políticas de promoción de la
solidaridad y la igualdad sociales.
MODELO CONTRIBUTIVO CONTINENTAL (Alemania,
Francia, Austria, Bélgica)
Sus características principales son la
existencia de un régimen de transferencias contributivo y conectado con el
nivel salarial: las prestaciones se sustentan fundamentalmente en las
contribuciones de los trabajadores a la Seguridad Social; altos niveles de
gasto público pero niveles medios de desmercantilización del individuo frente
al mercado, y una desigualdad moderada en cuanto a la estructura de rentas.
MODELO MEDITERRÁNEO (España, Italia,
Portugal, Grecia)
Gastos sociales menores y grado de
desmercantilizacion del individuo frente al mercado menor que en los modelos
nórdico y continental. Combina derechos contributivos (jubilación, desempleo)
con acceso universal a programas de salud, pensiones y servicios públicos. La
familia asume un papel central en la provisión de bienestar.
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